2007/09/09

Yo voy soñando caminos...


Me he aplicado en el mes de agosto, entre otras cosas, a leer la biografía de Ian Gibson sobre el poeta español Antonio Machado. Un libro que tal vez se extiende en demasía en detalles sobre cambios de domicilio y miembros de la familia Machado, pero que merece la pena leer, al menos si uno tiene curiosidad por la buena poesía.

Siempre he sido admirador de Machado, al que releo, aunque no con la frecuencia debida. He conocido el camino de san Polo a san Saturio, en Soria, junto al Duero, y he respirado su fervor por esa tierra. De sus conviciones republicanas no voy a añadir nada, son suficientemente conocidas y le llevaron a morir en Colliure, en cuyo pequeño cementerio permanecen sus huesos.

Además, la lectura me ha descubierto, y por sorpresa, una faceta un tanto desconocida del poeta, y es su marcado ecologismo, denunciando las quemas de bosques, costumbres ancestrales en el campo, a las que consideraba salvajes. Era consciente Machado de la degradación del hábitat que se estaba dando y así lo denunció en sus textos.

Tras la provechosa lectura tan sólo me queda recomendar a quien esto lea, si es que alguien lo lee, que se haga con "Campos de Castilla" y lo saborée despacio. No se va a arrepentir.