2007/01/28

Fatal coincidencia


Hoy he conseguido terminar la lectura de "Muerte a crédito" de Louis-Ferdinand Céline (Editorial Lumen). Una novela esperpéntica donde las haya, con un protagonista, Ferdinand, absolutamente incapaz de gobernarse a sí mismo. Un muchacho influenciado hasta la extenuación por quienes le rodean y que, tras largarse de casa, emprende una serie de aventuras junto al otro protagonista, el inventor y chiflado Courtial des Pereires, que en realidad se llamaba León-Charles Punais, y, fatal coincidencia, había venido a este mundo un 24 de septiembre, como el menda.

Este dato, que sale a relucir en la página 496, muy al final, me ha afectado mucho, la verdad. Tener algo que ver con semejante personaje es duro, ya lo creo. Pero en fin, lo importante es que nadie se libra en el relato de la locura, de una u otra forma, salvo quizá, el tío Edouard, un hombre práctico. De los padre de Ferdinand, mejor no hablar. Sobretodo del padre, algo horrible.

Sin duda merece la pena adentrarse en la prosa exaltada de este hombre, apasionado, lúcido, cruel, debastador. Seguiremos leyéndole, pero ahora descansaremos una temporadita de Céline, que puede llegar a empachar. Por cierto, de la traducción mejor no hablar.

2007/01/23

Maldito temporal

Iba a titular este comentario "bendito temporal", por lo de la sequía y eso, pero al final le he dado la vuelta. Me ha pillado en pleno proceso gripal, y ya se sabe, eso influye bastante a la hora de enjuiciar el entorno. Asomarse al balcón y contemplar los montes nevados, notar un viento helador y todo el paisaje inundado de agua, no es muy reconfortante. Eso sí, los pantanos retomarán el nivel adecuado a enero.

Otro motivo de queja es que un camión quitanieves ha arrollado a un vehículo en un puerto navarro y el conductor del coche ha fallecido. El salvador, seguramente sin querer, ha llevado la desgracia a una familia de Lumbier. Si no fuera un hecho trágico, resultaría jocoso.

Sigo leyendo a Céline, en este caso su "Muerte a crédito", novela de largo aliento, de la que expresaré mi opinión una vez concluya su lectura (cuando la gripe me lo permita. Por ahora me está resultando brutal, pero para qué engañarnos, eso era lo que esperaba de él.

2007/01/06

Respirar hondo, que esto sigue

Con la fiesta de hoy, conocida popularmente como Reyes, se cierra, eso sí provisionalmente, un ciclo festivo presidido por el consumismo compulsivo, la gula y los excesos en general. Todo ello revestido de una fina película moralizante en torno a los desposeídos, la caridad, el valor de la familia y los buenos desos. Resulta bastante repugnante, pero no queda otro remedio que soportarlo (irse a las antípodas no es tan fácil).

A partir de mañana, aunque sea domingo, podemos respirar un aire más limpio y transparente, pero por muy poco tiempo. Por aquí se acerca ya San Sebastián y sus festejos donostiarras, y luego vendrán los Carnavales y el "puente" de la Semana Santa y así sucesivamente en una espiral que no conoce fin.

El sistema, que dispone de todos los recursos para aumentar el grado de explotación a su antojo, nos ha preparado, por si fuera poco, las benditas rebajas, para lograr de ese modo que El Corte Inglés, Zara y FNAC sigan tan atestados de personal como en la víspera de Reyes. El objetivo se volverá a cumplir y los idiotas de siempre, es decir la inmensa mayoría, nos sentiremos agradecidos por los detalles que el capitalismo nos ofrece en su infinita red de centros comerciales, supermercados y tiendas de todo tipo. Nos lo tenemos merecido.