2006/11/20

Desperezarse

Conviene desprenderse de la pereza, desperezarse. Conviene leer a gentes que han escrito cosas interesantes, que alumbran el camino de la sabiduría con sus destellos luminosos. Gentes como Pascal, como Bergamín, como Michel de Montaigne. Acercarse a ellos es ser también un poco más sabio, porque quien a buen árbol se arrima buena sombra le cobija, y la sombra de estos pensadores, además de alargada y frondosa, es fresca, ya que se renueva con cada lector que se atreve a abrir las páginas de alguno de sus libros y saborear sus acertadas palabras.

Hoy en día se editan demasiados libros, muchos más de los humanamente asimilables. Acudamos a los clásicos para sortear el laberinto en que nos quiere meter tanto lanzamiento mercantil, tanto autor inocuo convertido en millonario por arte de birlibirloque. Huyamos de los caminos trillados y acogamos en nuestras manos las páginas escritas por Sterne, por Tolstoi, por Goncharov. Seguro que aprendemos algo de sus novelas, seguro que encontramos sensaciones nuevas pese a los años que han pasado desde que fueron escritas.

Ahí va una pista, la página de Trazegnies es un oasis de calma en la red. De nada.

2006/11/06

Hemingway&Melville


Empecé el jueves a leer "París no se acaba nunca", de Vila-Matas, sin tener idea sobre su relación con Hemingway y su "París era una fiesta". Confieso que soy un ignorante y que Hemingway me cae más bien poco. Lo cierto es que el sábado acudí a una librería de viejo del Paseo Colón y me topé de pronto con la novela parisina. En una balda junto a otros autores merecedores del Premio Nobel, allí estaba, acompañada de "Las nieves del Kilimanjaro", otra conocida obra del autor, citada también con generosidad por el escritor catalán de "Bartleby y compañía".

Lean a Melville, que yo también pienso leer lo que tengo pendiente de él. No se queden en "Mobydick" y averiguen el porqué de su fama entre escritores actuales como Vila-Matas. Yo doy una pista, pero lo importante es iniciar el camino y alcanzar, aunque sea tarde, el particular Itaca literario. Bueno, y si tienen ganas, lean a Hemingway, que tampoco me voy a enfadar a estas alturas.

Seguiremos escribiendo de literatura y de lo que haga falta. Lo prometo.